Bebe vino, come queso y llegarás a viejo..
A tan sólo tres horas en coche de Monterrey se encuentra el Pueblo Mágico de Parras de la Fuente, Coahuila. Es un poblado con un encanto y toques muy particulares de apenas 45,000 habitantes. Sin embargo, cuenta con varios de los viñedos más importantes a nivel nacional, como Casa Madero, Vinos Don Leo y la Bodega Rivero González. Si vas en temporada fuera de la Vendimia (Agosto) un día completo te permitirá conocer todo lo que tiene que ofrecer este bello lugar. Iniciar el recorrido con un buen desayuno casero en Posada Santa Isabel es fundamental, para tomar fuerzas y lanzarte a Casa Madero, la cual es una de las vitivinícolas más reconocidas del país (su vino tinto 3V es de mis favoritos) en donde hay opción de dar un recorrido por sus instalaciones siendo éstas las primeras en América con más de 500 años de funcionamiento.
En la misma hacienda justo en la entrada se encuentra una pequeña iglesia decorada con listones de distintos y llamativos colores, la cual es un ícono.
Por la tarde, resulta ideal tomar el último tour con degustación de la Bodega Rivero González, que en lo personal me encantó. Nuestra guía, Silvia, sabía muchísimo del tema y lo explicaba con suma claridad, además de tener un trato amable para todos. Para cerrar con broche de oro el recorrido tuvimos una degustación al atardecer en un spot del viñedo habilitado de una forma sencilla, elegante y sutil, donde en una misma mesa convivimos todos los visitantes. La verdad, fue una experiencia memorable y sus vinos, especialmente el Cabernet Sauvignon blanco (hecho con uva tinta) combinado con queso, ate y nueces propias del sitio me resultó un verdadero festín.
Para la cena, existen varias opciones pero hay un restaurante argentino llamado Angelotti´s muy recomendable. Su servicio es buenísimo, las pizzas y empanadas riquísimas y el vino de la casa exquisito (hecho en Parras) . No todo en Parras es "beberecua" también puedes encontrar un museo dedicado a Venustiano Carranza, sito en la casa donde creció. Vale la pena visitarlo y conocer un poco de la historia de México. Si toman, ¡no manejen! Por lo que si deciden quedarse a dormir en el pueblo está el Foggara Hotel para descansar y cargar baterías para el regreso a casa.
"Lo que define a un buen vino es: dónde estás, con quién estás y qué comes."